Jue. Feb 13th, 2025

La mesa del parlamento catalán ha dado la apuesta política a Laura Borràs. En reunión convocada de urgencia este jueves por la tarde, acordó retirar al alguacil adjunto, decisión que responde a la orden dictada hace un mes por la Junta Electoral Central (JEC), raíz de la condena judicial por corrupción que pesa el también presidente de Junts for Catalunya. A finales de marzo, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) impuso a Borràs una pena de 4 años y medio de cárcel y otros 13 de inhabilitación por trocear contratos públicos para beneficiario a un amigo suyo. Se le negó la entrega del escaño, y figuraba como presidenta suspendida de la cámara catalana, condición que no le confería autoridad en sus funciones. La decisión tomada este pasado jueves en la mesa marca un punto al margen de la situación de coyuntura que se vive al frente del Parlamento.

Será menester quien decidirá en el pleno el nombre de la persona que ahora ocupa la presidencia del Parlamento. Pese al enfrentamiento que mantienen, Junts, ERC y la CUP coinciden en que el cargo debe quedar en manos de los independentistas. El nombre de Anna Erra, exalcaldesa de Vic por Junts, ha sonado mucho como posible relevo de Borràs. También la de Marta Madrenas, que fue la sucesora de Carles Puigdemont al frente del Ayuntamiento de Girona. Por cierto, la decisión de la mesa marca un punto y aparte en un caso que lleva meses en marcha.

El alcalde independentista del Parlament se encargó inicialmente de eximirse del mandato de la Junta Electoral, presentando un recurso ante el Tribunal Supremo en el que pedía la suspensión cautelar del pago que la JEC tomó el pasado 3 de mayo. Si intentó, sin éxito, mantener la condición de diputado de Borràs, hasta que la sentencia por prevaricación sea firme. Pesando a este frente común en la cámara catalana, el caso Borràs ha encubierto las relaciones entre todos los partidos catalanes.

Hasta ahora ha evitado hacer un nuevo nombramiento para sustituir a su presidente, mientras que el resto de grupos ha sostenido en reiteradas ocasiones que Borràs se dedica a limitar la reputación de la institución a costa para continuar en una carga de la que no puede seguir haciendo alarde. Ella dice que su condena judicial por irregularidades responde a un de ley, una explotación de la justicia para las multas de los torticeros. “No pudo tener un jugo justo y, por tanto, no pudo tener una sentencia justa”, denunció Borràs en marzo, para demandar al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por “imparcial”, “politizado” y dedicado únicamente a “defender la unidad de España”. «. Junts trató de hacer balances para gestionar la asunción, evitando que la condena por prevaricación de su jefa salpicara en la campaña por parte de los municipales.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebookchirridoo apuntarte aqui para recibir nuestro boletín semanal

Lo que más llama la atención es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.

suscribir