Mié. Oct 16th, 2024

España tiene una oportunidad de oro. La de proclamarse este domingo campeona del mundo en categoría masculina sub-19 en la gran ciudadela del baloncesto que se celebra en Debrecen (Hungría). El equipo que Daniel Miret reclutó este sábado en semifinales en Turquía con un despliegue de gran superioridad física y de juego (83-51) y que llegará a la final (20.00, Teledeporte) en Francia, Dios toque la campana para eliminar a los grandes favoritos y reyes de las dos últimas ediciones, Estados Unidos, por 89-86.

Para España será la ocasión de subir a la cima del mundo para la generación ineludible de los jóvenes dorados, el pariente que llegó a Lisboa en 1999 en los Estados Unidos y marcó el comienzo de una era legendaria. Raúl López, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes, Pau Gasol… Ahora son Jordi Rodríguez, Baba Miller, Lucas Langarita e Izan Almansa los que llaman a la puerta de la gloria. Contra Turquía no abandonaron ni las migas. España ha ido golpeando poco a poco una brecha insalvable en el marcador gracias a un balón cruzado muy intenso, físico y coral, mucho mejor que su rival en el área. Jordi Rodríguez, alero del Joventut, se dio un banquete con 20 puntos (cuatro triple), cinco rebotes y dos asistencias.

Izan Almansa volvió a hacer el área debajo del aro con su despliegue físico: 17 puntos y otros rebotes. El capo murciano, que ha emprendido el camino de convertirse en miembro de la Overtime Elite Academy, una especie de central de alto rendimiento en Estados Unidos, será el próximo en la Liga de Desarrollo con el equipo Ignite. Mientras, colecciona exhibiciones con la selección, con la que ya fue el mejor jugador del pasado Mundial sub-17 y del Europeo sub-18. Estos días vuelve a brillar con luz propia en Hungría.

La selección española se plantó en la final tras pasar la fase de grupos en Canadá (56-83), en Francia (88-69) y en China (74-83), y darle una paliza histórica en octavos en Líbano: 102 – 20, derrotando a su rival en el goleador más bajo registrado en un torneo de esta categoría. Argentina también pasó por el rodillo español, 85-47, hasta cruzarse con Turquía en semifinales.

España pisó el verano superó todas las finales posibles en las categorías formativas, una cumbre nunca antes convocada por ninguna otra selección. The gold or plaque colgaron de los cuellos de los jóvenes españoles: oros Europeos de la sub-20 masculina y femenina, y de la sub-18 masculina, y platas mundiales de la sub-17 masculina y femenina, y Europeas de la sub – 18 femenina, y de la sub-16 masculina y femenina. Fue la base de un verano mágico que culminó con el oro en el Eurobasket absoluto masculino de Berlín, la salida más inexperta de un conjunto en pleno proceso de renovación y pecado en la mayoría de las grandes estrellas del pasado. Y eso ha mantenido continuidad cuando el ritmo que domina la selección absoluta femenina se hizo con un bote en Europa que vale un oro por los cambios en el grupo, el relevo en el banco y los dos años de ausencia del pase internacional. Ahora volvamos a los más jóvenes que hablan la palabra. Con otra final y una oportunidad de oro.

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