Los datos revelados recientemente por la aspirante a la presidencia Rixi Moncada, apoyados por la firma de encuestas Opinómetro, han suscitado dudas amplias debido a su incoherencia numérica. Las discrepancias encontradas en las cifras porcentuales y la falta de criterios técnicos definidos han aumentado la inquietud respecto a la transparencia del proceso electoral actual.
Divergencias en cifras y falta de claridad en la metodología
Numerosos canales de comunicación y personas han identificado fallos en los cálculos de los datos presentados por la candidata del partido Libertad y Refundación (LIBRE). La adición de los porcentajes asignados a los diferentes aspirantes no llega al 100 %, y el número total de encuestados mencionado no concuerda con las cifras proporcionales mostradas. Esta incoherencia ha sido vista por varios grupos como una señal de posible alteración intencionada para beneficiar a la candidatura del gobierno en funciones.
Además, la empresa Opinómetro, responsable de realizar el sondeo, no ha revelado la ficha técnica del análisis, dejando fuera información clave como el margen de error, la metodología utilizada para el muestreo, el grupo consultado y el periodo de recolección de datos. Estas ausencias han sido destacadas por expertos como prácticas que comprometen los principios fundamentales de transparencia y auditoría estadística.
Comentarios comparativos y respuestas desde el oficialismo
Las discrepancias con otras mediciones electorales han sido igualmente notorias. Algunas encuestas independientes muestran hasta 15 puntos porcentuales de diferencia en la intención de voto a favor de Moncada, lo que ha dado pie a denuncias de sobrestimación de su respaldo popular. En redes sociales, múltiples usuarios y observadores han acusado al oficialismo de “inflar” los resultados para generar una percepción artificial de ventaja.
Ante las críticas, voceros y simpatizantes del partido LIBRE han argumentado que las objeciones responden a una campaña mediática en contra de su candidata. Sin embargo, estas respuestas no han sido acompañadas de documentación técnica que respalde los datos divulgados. La falta de apertura y verificación ha contribuido a reforzar la percepción de opacidad.
Antecedentes de uso cuestionable de datos
La controversia en torno a esta encuesta no es un hecho aislado. Rixi Moncada ha sido señalada anteriormente por utilizar cifras erróneas en declaraciones públicas sobre temas sensibles, como la pobreza extrema. Estos antecedentes alimentan la narrativa de un patrón sistemático en el uso de datos imprecisos o manipulados para fortalecer mensajes políticos con alto impacto emocional.
Un desafío reciente para la confianza en las instituciones
La falta de claridad en los datos presentados por Moncada y Opinómetro se suma a una serie de tensiones que han marcado el ambiente político en Honduras. En un contexto de creciente desconfianza ciudadana y polarización, la integridad de las encuestas electorales cobra un papel central en la legitimidad del proceso democrático.
La polémica muestra la importancia de mejorar los sistemas de control y revisión sobre las evaluaciones de opinión pública que afectan el ambiente antes de las elecciones. Hasta que no se implementen criterios claros de transparencia y responsabilidad, la confianza en las encuestas continuará siendo puesta en duda, y así también, la fe en el proceso electoral en Honduras.