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La industria de la robótica está experimentando una gran transformación gracias a una nueva rama de la inteligencia artificial llamada «inteligencia espacial». Grandes inversores como Khosla Ventures, Andreessen Horowitz y General Catalyst han apoyado a numerosas startups que están desarrollando robots capaces de analizar y procesar datos visuales.
La inteligencia espacial permite a los robots navegar e interactuar con su entorno de manera más eficiente, lo que facilita la realización de tareas más complejas con mayor precisión y adaptabilidad.
Aunque los robots se han utilizado durante décadas, normalmente no son muy «inteligentes» y se limitan a realizar tareas repetitivas en entornos controlados. Sin embargo, la próxima generación de robots podrá ver, oír, tomar decisiones y actuar en función de sus objetivos y del entorno.
Por ejemplo, en la robótica tradicional, una tarea como colocar un corcho en una botella puede requerir varias máquinas programadas individualmente. Si algo sale mal, es posible que el robot no complete la tarea. Con inteligencia espacial, un usuario podría dar instrucciones sencillas a la máquina, que interpretaría la solicitud, aprendería observando y completaría el trabajo de forma autónoma.
En los últimos años, los grandes modelos de lenguajes (LLM) han facilitado enormemente la formación de robots, abriendo un mercado enorme. Howard Morgan, presidente de B Capital Group, explicó que la inteligencia espacial permitirá a los robots aprender a realizar múltiples tareas a la vez, a diferencia de los robots altamente especializados de la actualidad.
Obtener suficientes datos para entrenar la inteligencia espacial de los robots es un paso importante, ya que los datos necesarios son mucho más difíciles de recopilar que los datos de texto utilizados por modelos como el GPT de OpenAI. Erin Price-Wright de Andreessen Horowitz informa que la recopilación de datos a través de Internet es muy difícil para la robótica.
A pesar de estos desafíos, la inteligencia espacial representa un salto cualitativo para la robótica. Según Crunchbase, las startups de robótica han ganado más de 4.200 millones de dólares en los últimos años. Empresas como Skild, con el apoyo de Lightspeed Venture Partners y Coatue Management, y una nueva startup fundada por Fei-Fei Li, están a la vanguardia de esta revolución.
Kanu Gulati, de Khosla Ventures, busca empresas emergentes que resuelvan problemas de datos de inteligencia espacial de manera creativa. Su cartera incluye empresas como Waabi, Vayu, Zorbi y FieldAI, que están desarrollando robots para diferentes industrias.
La escritora Susan de Eclipse Ventures señala que la dificultad para desarrollar la inteligencia espacial generará mayores beneficios a largo plazo. Incluso las grandes empresas tecnológicas se están embarcando en esta carrera profesional. OpenAI está renovando su grupo de investigación en robótica y Hugging Face ha lanzado un programa de robótica.
Physical Intelligence, que construye robots impulsados por IA, ha recibido financiación de OpenAI, Khosla, Lux Capital, Sequoia Capital y Thrive Capital. Nvidia también lideró una ronda de financiación para Carbon Robotics, que utilizaba láseres de IA para eliminar las malas hierbas.
El director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang, está entusiasmado con la necesidad de una base física para la próxima generación de inteligencia artificial, que comprenda las leyes de la física para generar imágenes, vídeos y gráficos 3D realistas.
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