Lun. Dic 9th, 2024

El siete de copas de la baraja del tarot Rider Waite es, a mi juicio, la carta que mejor explica el presente. Un hombre de espaldas asiste fascinado a la aparición de siete copas flotando en la bruma. De cada una de ellas surgen lo banal y lo ignoto, amenazas y promesas fascinándole con las pompas de lo inmediato. Todo lo que le es prometido se desvanecerá apenas estire la mano. Y, sin embargo, su brillo le hechiza hasta hacerle perder el juicio.

Sin la plasticidad que la ilustradora y miembro de la Golden Dawn Pamela Colman Smith imprimió a esta baraja, la pantalla del móvil nos ofrece esto mismo durante horas, todos los días, desde hace años. Uno de sus exponentes más cazurros y patéticos, es ese narciso y analfabeto funcional conocido como Llados, de nombre Amadeo. A este charlatán de feria, adiablada plasmación de un imposible Tom de Finlandia taleguero, galvanizado de entre las peores pesadillas de un Pedro Vera, le siguen miles de pobres diablos de clase baja y nulas expectativas laborales quienes —a sabiendas de que la vida es muy perra y que hay poco trabajo y mal pagado— le dan el poco dinero del que disponen, con la esperanza de alcanzar lo que promete el hipertrofiado hortera residente en Miami: tatus, lambos, chicas, una fuckin mansión, y ganar 500K al año. Y el resto, calderilla. El enemigo de la panza mileurista les insulta, les dice que la culpa de que las cosas no vayan bien es suya porque no se levantan a las cinco de la mañana a hacer burpees y meditar sobre vaya usted a saber qué. Llados es, para que se hagan una idea, el “derrape” que queda en el váter del capitalismo más salvaje. Un derrape mentiroso y faltón.

El viernes pasado, Equipo de Investigación emitió un programa muy necesario con datos que cualquier internauta conoce, pero que son completamente desconocidos para las potenciales víctimas de Llados. Enhorabuena a sus responsables por elaborarlo y emitirlo. El mundo ha llegado a un extremo de promesas rotas y futuro incierto en el que en breve no existirá una clase media, solo una inmensa clase baja al borde del umbral de pobreza. Quien promete “salir de la Matrix” es el peor de sus cómplices. Aléjense de personajes como Llados, y adviertan a quien puedan. Parece idiota, pero es peor que eso. Es un chacal de almas rotas.

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