Alemania sigue tropezando con la misma piedra. La combinación dirigida por Hansi Flick voló para mostrar un dominio abrasivo, pero al final no le valió para liberar los partidos. En el particular duelo entre Lewandowski y Ter Stegen, fue la delantera la que acabó llevándose la gata al agua, por lo que a Polonia le bastó con un solitario gol de Kiwior para asegurarse la victoria.
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