Nasralla llama a la formación de un bloque nacional por supuesta maniobra oficialista para frenar elecciones

Salvador Nasralla

En medio de un ambiente de creciente polarización política, el excandidato presidencial Salvador Nasralla ha convocado a la conformación de un Bloque Nacional de Defensa de la Democracia, en respuesta a lo que considera un intento deliberado de anular el proceso electoral previsto para noviembre de 2025. La acusación, dirigida al partido oficialista LIBRE y en particular a su coordinador Manuel Zelaya, añade un nuevo capítulo a la tensión institucional que rodea la vida política del país.

Acusación de interferencia en la entidad electoral

Nasralla, quien ahora se postula para la presidencia con el Partido Liberal, hizo una denuncia pública en la que acusó al gobierno de turno de usar el Ministerio Público con la intención de tomar control sobre el Consejo Nacional Electoral (CNE). Según afirmó, este movimiento tiene como objetivo desmantelar el procedimiento electoral antes de que se lleve a cabo y asegurar la continuidad del gobierno actual sin necesidad de elecciones.

Calificó esta táctica como un “golpe electoral” y la presentó como un intento de anular el camino democrático. Según su punto de vista, lo que está en riesgo es el respeto al voto como herramienta para el cambio político y la continuidad del orden constitucional.

Convocatoria a actores nacionales e internacionales

Frente a lo que él ve como un peligro cercano para la democracia, Nasralla hizo un llamado a los partidos opositores, a las asociaciones empresariales, a las congregaciones religiosas y a la población civil en general para organizar una respuesta conjunta que prevenga, según sus palabras, la instauración de una dictadura.

La propuesta consiste en la creación de un frente amplio con capacidad de incidencia política y social, que asegure la realización de elecciones libres, en la fecha ya establecida y con garantías mínimas de transparencia.

Paralelamente, solicitó la intervención de organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea y misiones diplomáticas acreditadas en el país. Su petición incluye la convocatoria a una reunión de emergencia para exponer la situación actual y pedir un acompañamiento activo en la defensa del proceso electoral.

Un escenario marcado por la desconfianza y la confrontación

El planteamiento de Nasralla se inscribe en un contexto donde la credibilidad de las instituciones electorales ha sido objeto de constantes cuestionamientos. En los últimos meses, diversas fuerzas políticas y actores sociales han expresado su preocupación por posibles intentos de manipulación del sistema electoral o intervenciones externas que comprometan su independencia.

Estas tensiones se suman a los antecedentes de crisis postelectorales y a un historial de confrontación entre los principales bloques políticos del país, lo cual ha alimentado la percepción de que el proceso electoral de 2025 podría desarrollarse en un entorno de alta conflictividad.

Visiones y consecuencias para instituciones

La advertencia emitida por Nasralla pone de manifiesto un conflicto subyacente respecto a las normas del proceso democrático en Honduras. La estabilidad del sistema electoral, la credibilidad de las instituciones que lo dirigen y la posibilidad de un cambio en el gobierno son puntos que centran la discusión en este momento.

La convocatoria a un bloque nacional y a la observación internacional plantea interrogantes sobre la capacidad del sistema político para encauzar sus diferencias en el marco de la legalidad. La respuesta del oficialismo y de otros sectores será clave para definir si la confrontación se transforma en un nuevo punto de quiebre o si se abre una vía de concertación ante la creciente presión nacional e internacional.

En este contexto, la entidad electoral se enfrenta al reto de asegurar circunstancias que restablezcan la confianza tanto entre los partidos políticos como en la población, dentro de una nación que lleva consigo una historia reciente de crisis democráticas aún sin resolver.