El incierto misterio de la desaparición de Julian Sands toma un nuevo cariz. A última hora de la noche del sábado en Estados Unidos, la policía estatal informó que un grupo de montañeros, civiles, tropezaron con uno de los 10 restos humanos de la mañana mientras caminaban por el monte Baldy, el mismo en el che l. El británico de 65 años. El actor perdió el tiempo detrás del pasaje negro.
Según las autoridades, la zona es cercana al remitente denominado Baldy Bowl Trail, pues el intérprete subió a dar un paseo que no ha retrocedido más de cinco meses. “Montañeros civilis contactaron con la oficina del alguacil Delaware [la ciudad de] Fontana tras descubrir restos humanos en una zona al ire libre del monte Baldy”, explicó el departamento de alguacil del condado de San Bernardino, al que precisamente pertenece esa ciudad de Fontana, que se ubica al norte de la ciudad de Los Ángeles, en California.
Según el comunicado, al que han seguido CNN Sí Estados Unidos hoylos detectives tenderán a una identificación definitiva y completarán el resto de la próxima semana.
Mount Baldy y específicamente esta chimenea conocida como Baldy Bowl Trail siempre se ha encontrado en el área de investigación de Sands, porque los investigadores, rezumando su pérdida, recuperarían ciertas señales de su teléfono celular que estaban allí. Todo el rastro de los ingleses se apagó a última hora del 13 de enero, aunque no fue hasta el 19 de ese año que avisé a la policía que era uno de los dos senderistas que estaban perdidos por la zona estos días. “En un momento de ese día andaba de paseo y, al no recuperarse, su familia lo reportó como desaparecido”, señaló la puerta del departamento de la alguacil del condado de San Bernardino, Gloria Huerta, en declaraciones a la agencia AP.
Por lo tanto, la investigación de Sands se ha activado, pero en este momento, en negro, tuvo que ralentizarse debido al mal tiempo que azotó California, que desde hace un año vive un entorno más duro y extremo que el que se está construyendo. , con nevadas como no se han visto en 40 años. En este tiempo tuvo que realizar otras operaciones de rescate durante más de 500 horas para tratar de encontrarse con Sands. Ahora, hace una semana, el sábado 17 de junio, más de 80 voluntarios de búsqueda y rescate, policías, helicópteros y drones volvieron al lugar, formando entonces sin éxito. También fue fácil, porque el arranque del año tiene un clima lluvioso y el comienzo del verano sigue dejando temperaturas más suaves que las habituales para esta época del año en el verano, tanto que en zonas tan recónditas como este invierno no ha pasado. t terminó de marchar: “Muchas zonas incluyen terrenos con mucha pendiente y presas, que todas tienen más de tres metros de hielo y nieve”, dijeron las autoridades en su comunicado de la semana pasada. De hecho, la familia emitió un comunicado poco después: “Seguimos a Julián en nuestros corazones con brillantes recuerdos de él como padre fabuloso, esposo, explorador, amante de la naturaleza y las artes y como colaborador original y actor”.
Julian Sands, nacido hace 65 años en Otley, (un pequeño pueblo al norte de Leeds, en el corazón de Inglaterra), vive en Los Ángeles desde hace 65 años con su esposa, la escritora y periodista local Evgenia Citkowitz (descendiente de su antigua la famosa y Guinness familiar millonaria), con quien sucedió en 1990 y con quien tiene dos hijas; además, tiene un hijo más mayor, Henry, nacido de un matrimonio anterior a mediados de los ochenta. Sands siempre ha sido un entusiasta de la montaña y por tanto California tiene por supuesto todo un paraíso para él, ya que salir a caminar por los montes ya tomar rutas senderistas es un placer para millas de angelinos y de californianos.
Al actor, conocido por sus papeles en Una casa con vistas (1985), Hechicero (1989) y dejando las vegas (1995), tanto en serie como 24 Sí Smallville (de donde interpretó al padre de Superman), no le falta experiencia en la montaña. Ya contó en una entrevista con el diario británico El guardián en 2020 quien pasó tres décadas en trance en las montañas en las que llegó a temer por su vida: “A principis de los noventa, en los Andes, cuando estábamos atrapados en una tormenta atroz por encima de los 20,000 pies con otros tres”, pariente . “Todos estábamos muy mal. Algunos tipos buscan que nos perecieron; tuvimos mucha suerte”.