Mié. Oct 16th, 2024

Ante el Inter en la Champions League, y ante el Manchester City, esta campaña al fútbol Italiano puede darle un título continental, que apostó por un hat-trick histórico en las competiciones europeas y vio pasar con creces las dos primeras opciones. La Roma empezó en la Europa League antes que el Sevilla y estos miercoles de la Fiorentina no pueden suceder al equipo de José Mourinho en el palmarés de la nueva Conference League porque se fueron por delante del West Ham United, que consiguió su segundo título europeo entre la Copa que ganó en 1965. Así que Fiorentina, que también perdió otra final, esta de la Copa de Italia, ante el Inter.

1

Terracciano, Luca Ranieri (Igor Julio, min. 84), Dodo, Nikola Milenkovic, Biraghi, Bonaventura, Sofyan Amrabat, Rolando Mandragora (Antonin Barak, min. 92), Nicolás González, Cristian Kouame (Riccardo Saponara, min. 61) y Jovic (Arthur Cabral, min.45)

2

jamón del oeste

Areola, Naif Aguerd, Zouma (Thilo Kehrer, 61 min), Emerson, Coufal, Declan Rice, Tomas Soucek, Lucas Paquetá, Benrahma (Fornals, 76 min), Jarrod Bowen y Michail Antonio (Ogbonna, 93 min)

Goli 0-1 min. 62: Benrahma. 1-1 min. 67: Buenaventura. 1-2 minutos 90: Jarrod Bowen.

Árbitro carlos del cerro grande

tarjetas amarillas Benrahma (min. 30), Naif Aguerd (min. 53), Rolando Mandragora (min. 66), Duncan (min. 67), Nikola Milenkovic (min. 74), Sofyan Amrabat (min. 85), Cresswell (min. 90) y Jarrod Bowen (mínimo 97)

Tras 43 años sin celebrar un título (una Copa de Inglaterra en 1980), con el único bagaje de un título europeo llevándose Bobby Moore un año antes de levantar la Copa Jules Rimet en Wembley, el técnico David Moyes ha decidido que el plan del West Ham United en una final hay que desplegarse sobre el terreno de juego, unir dos líneas de cuatro hombres ante el portero y esperar la caída del rival para lanzarse al contraataque o arañar algún episodio de la acción cuando se ataja el balón. Después de ganar 194 millones de euros en la clasificación y ganar solo 21, en el gigante de una carrera en la que solo ganó una Supercopa de Inglaterra en Wigan, después de heredar el lugar de Sir Alex Ferguson en el Manchester United, Moyes se asoció con él para convertir el partido. en una nadería. Le ayudó la Fiorentina, que sacó la pelota entre la complacencia de su rival y la fuga de recursos para manejarlo.

Todo transcurría entre tensiones y rigideces. El conjunto italiano intentó desplazar al rival, pero entró en pánico, alterado por la posibilidad de que al perder el balón ofreciera espacios que los volvieran vulnerables. Apenas probó en Areola y también sufrió de certeza zozobra por ejemplo en un saque de banda que el West Ham colocó en el punto de penalti y que cruzado el corresponsal se estrelló en el disparo de Rice cerca del poste.

Poco más de acierto hasta que a la hora del partido un primer gol abrió el partido. O al menos almas alteradas e intenciones incluidas. Hasta que la noche en Praga fue tan desesperada como el día, en el que se relataron incidentes entre ambas aficiones con una veintena de tenidos. Algunos fanáticos del West Ham también deciden venderse en el estadio. Todos se hidrataron con una variedad de latas de plástico que se convertían en proyectiles una vez que estaban de vacaciones para lanzarse al campo. Uno de los suyos da en la cabeza de Biraghi y pega en una brecha, partido lamentable en un partido que no tiene ritmo, pero en el que la Fiorentina puede marcar en la última jugada antes del mediocampo. Nico González sentó un centro monumental y Kouamé cabeceó al palo, el rechace lo empujó Jovic a la roja, pero el delantero exmadridista estaba en fuera de juego.

Tras el receso, el West Ham se animó a esperar a su rival un paso más cerca. Dado que la Fiorentina no pudo progresar en absoluto, parecía una mala idea intentar recuperar la pelota más cerca de su portería. Un poco es que Moyes se tiraba a la piscina sin flotador, pero parece que cambia porque el partido que dejó fue un anodino monólogo de la selección italiana. Y junto a la chimenea se encontró en la ventaja al marcador gracias a un penalti accidental, una mano de Biraghi en la que el VAR ayudó a Carlos Del Cerro, que se reiraba del arbitraje y, siempre excelente en la conducción de los partidos, no lo hizo. había visto la infracción en tiempo real. Benrahma saltó un salto de un metro y consiguió una expulsión porque el gol se pasó cuando recibió una amonestación.

La Fiorentina se retrasó cinco minutos en entrar, una gran noticia para el equipo dado el pelaje del rival que se mantenía frente a frente. Ningún dios tiene tiempo de venderle más candados al West Ham antes que Nico González ganase un balón aéreo y el veterano Bonaventura cruzase a la red. Todo estaba agitado, pero los hierros se encargaron de que las cosas volviesen a su sitio. Quise taparte esperando que el cansancio de unos y otros mostrara un alivio para el que dio la victoria. Lucas Paquetá le salió al paso a punto de completar los noventa minutos. Pisò un balón che posed suelto en la midolar y sacó lustre a la zurda para localizarlo tras la zaga viola e dejar a Bowen ante el portero. El gol premió un plan rácano, pero nadie se fijó en los detalles en estas ocasiones. David Moyes, que estuvo arriba varias veces de un punto de pérdida en esta temporada, festejaba como si fuera por la mañana. Y quizás, si de ganar se trata, no lo haya.

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